imagen tomada del blog http://mireiapinkflower.blogspot.com
Este tema me vino a la mente después de conocer una chica brasileña, vecina mia acá en Italia.
No es la primera vez que pienso en esto, de hecho en casa de mis padres alguna vez tuve que decirle a mi madre que mis hermanos tenían dos manitas y podían hacer también cosas en casa, que eso no era trabajo solo de las mujeres.
El tema surgió en medio de una caminata con mi nueva amiga, quien se quejaba que su marido no ayudaba en las tareas domesticas, además de no hacer nada por minimizarlas, es decir que después de comer se levantaba y dejaba el plato en la mesa, obvio para que ella lo recogiera y lavara, así como otras cosas de ese tipo.
En ese momento recordé una señora que platicaba conmigo en el autobus de regreso a casa unos días antes (en ese caso lo primero que me sorprendió fue que me hablara, a mi una extraña y extranjera, aunque creo que de lo extranjera se percató hasta que hablé con mi acento foraneo); me comentaba algo similar: que su señor esposo se quitaba la ropa y la dejaba en el suelo, vaya ni siquiera la ponía en el cesto de la ropa sucia, que para eso estaba ella, su mujer... a ella le dijé que de estas cosas muchas mujeres eramos la causa, porque cuántas madres (la mia entre ellas en algun periodo) no permiten que sus hijitos se destruyan sus manitas con labores domesticas, nooooo, eso lo hacen las mujeres, y los educan para que encuentren a una ama de casa en toda la extensión de la palabra o para que sigan dependiendo de ellas aún si viven ya por su cuenta (recuerden que nunca dije "todas", eh!).
O cuántas mujeres le dan la razón a algún amigo, familiar o conocido por haberse divorciado porque la esposa no le tenia la ropa limpia y planchada, no se levantaba a hacer el café por la mañana o no tenía la cena lista para cuando el pobre trabajador cansado llegará a casa...
Pues éste fue el argumento de otro día de caminata con mi amiga brasileña; sí, la misma que se quejaba de que el esposo no ayudaba en casa. Ella hablaba así de su hermana quien recién se divorció y con quien no tiene buena relación. Ella afirmaba que su hermana tenía que haber cuidado a su esposo y su matrimonio, que el pobre hombre incluso tenía que llevarle las camisas a su madre para ser planchadas, pobrecito!!! =S.
Es gracioso como algunas veces las mujeres en temas como estos, podemos tener dos argumentos tan opuestos y aun así creer que los dos son correctos.
Una pareja, es eso: pareja; se ayuda y comparte las actividades agradables y otras no tanto, se trata además de amor, de convivencia, de cuidarse y apoyarse mutuamente; no de proveedor y servidor.
Este tema me vino a la mente después de conocer una chica brasileña, vecina mia acá en Italia.
No es la primera vez que pienso en esto, de hecho en casa de mis padres alguna vez tuve que decirle a mi madre que mis hermanos tenían dos manitas y podían hacer también cosas en casa, que eso no era trabajo solo de las mujeres.
El tema surgió en medio de una caminata con mi nueva amiga, quien se quejaba que su marido no ayudaba en las tareas domesticas, además de no hacer nada por minimizarlas, es decir que después de comer se levantaba y dejaba el plato en la mesa, obvio para que ella lo recogiera y lavara, así como otras cosas de ese tipo.
En ese momento recordé una señora que platicaba conmigo en el autobus de regreso a casa unos días antes (en ese caso lo primero que me sorprendió fue que me hablara, a mi una extraña y extranjera, aunque creo que de lo extranjera se percató hasta que hablé con mi acento foraneo); me comentaba algo similar: que su señor esposo se quitaba la ropa y la dejaba en el suelo, vaya ni siquiera la ponía en el cesto de la ropa sucia, que para eso estaba ella, su mujer... a ella le dijé que de estas cosas muchas mujeres eramos la causa, porque cuántas madres (la mia entre ellas en algun periodo) no permiten que sus hijitos se destruyan sus manitas con labores domesticas, nooooo, eso lo hacen las mujeres, y los educan para que encuentren a una ama de casa en toda la extensión de la palabra o para que sigan dependiendo de ellas aún si viven ya por su cuenta (recuerden que nunca dije "todas", eh!).
O cuántas mujeres le dan la razón a algún amigo, familiar o conocido por haberse divorciado porque la esposa no le tenia la ropa limpia y planchada, no se levantaba a hacer el café por la mañana o no tenía la cena lista para cuando el pobre trabajador cansado llegará a casa...
Pues éste fue el argumento de otro día de caminata con mi amiga brasileña; sí, la misma que se quejaba de que el esposo no ayudaba en casa. Ella hablaba así de su hermana quien recién se divorció y con quien no tiene buena relación. Ella afirmaba que su hermana tenía que haber cuidado a su esposo y su matrimonio, que el pobre hombre incluso tenía que llevarle las camisas a su madre para ser planchadas, pobrecito!!! =S.
Es gracioso como algunas veces las mujeres en temas como estos, podemos tener dos argumentos tan opuestos y aun así creer que los dos son correctos.
Una pareja, es eso: pareja; se ayuda y comparte las actividades agradables y otras no tanto, se trata además de amor, de convivencia, de cuidarse y apoyarse mutuamente; no de proveedor y servidor.
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